Al igual que vos, yo también pensaba que no había mucho por hacer: simplemente tenía que aprender a convivir con la inflamación, la irritabilidad y la ansiedad de mi ciclo menstrual. Lo tenía naturalizado.

Después de atravesar una gran odisea con mi salud, y especialmente con mi alimentación, noté que mis ciclos menstruales bajaban su intensidad. El sangrado se volvió más liviano, más claro, sin coágulos. Empecé a gozar de cada fase del ciclo, a reconocerme y a saber qué brindarme para estar alineada con lo que mi cuerpo me estaba pidiendo.

Y descubrí el mismo patrón en mis consultantes.

Ellas también lograban conocer sus cuerpos. Empezaron a estar tranquilas y dejaron de medicarse innecesariamente para tapar los síntomas. Entendieron que los síntomas son los mensajes que el cuerpo envía para ser escuchado y darle lo que necesita.

Entonces, ¿cuál es la clave para gozar de tu cuerpo? Comprender su lenguaje.

Este conocimiento quiero compartirlo con vos y con todas las mujeres que deseen gestionar su salud y su ciclo menstrual. Quiero que esto se expanda, porque nuestro cuerpo es nuestro hogar y merecemos habitarlo como nuestra propia casa. Quiero que cada día seamos más mujeres las que entendemos cómo funcionamos y vivamos una vida llena de placer en nuestros cuerpos.

Eso vamos a lograr juntas en De vuelta a casa.

Si las guías son el mapa, el programa es el viaje completo.

Un espacio de 3 meses con encuentros quincenales, donde llevamos la teoría a la experiencia real. Es para vos si querés más que información: querés aplicarla, sentirla y transformarte con ella.

Es un lugar para integrar hábitos, hacer preguntas, compartir experiencias y crear un vínculo profundo con tu salud. Nos encontramos para profundizar en nuestras prácticas, así como para ampliar el conocimiento.